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De carácter firme, con abundante seguridad y sobrada prepotencia, Skias jamás dudará en hacer saber al resto que está un peldaño más arriba, que es superior. Con enorme creatividad, y la capacidad para poner en marcha todas sus ideas, nunca ha encontrado un obstáculo insalvable. Ha sabido abrirse paso en la vida, y por ello se ha convertido en una persona sin temores, sabiendo jugar las cartas que la vida le ha otorgado.

Difícilmente cambia de opinión, y a duras penas admite haberse equivocado. Con orgullo, y sin dudar jamás en admitirlo, se ha valido de tal sentimiento para curar las heridas del pasado, para aprender a quererse y no caer ante los demonios de su cabeza.

De mente compleja, rehuye de su pasado para enfrentarse a una nueva vida que ha decidido en su totalidad, y de la que no se arrepiente. Nunca se arrepiente, "lo pasado, pasado está", y así prefiere continuar pasando las hojas de su vida sin pararse a borrar nada en ninguna de ellas.

Vive con una ira en su interior difícil de controlar, y pocas veces se contiene a la hora de usarla. La ironía y el sarcasmo suelen ser sus armas principales para, aunque el resto no lo comprenda, atacar a los demás y dejarlos sumidos en algún tipo de confusión. Inteligente, de mente estratégica, se ha convertido en alguien de capacidades extensas para mentir y lograr sus objetivos sin que nadie logre encontrar un simple rastro que dirija hacia su persona.

Nacida como Nyura Oleksandrivna Alenko.
Hija póstuma de un soldado ucraniano, Nyura jamás conoció a su padre. Vivió acompañada de su madre, y la inmensa tristeza que ésta acarreaba, allá por donde iban. La pequeña Nyura parecía ser la única alegría de una madre cuya vida había terminado cuando la de su marido se apagó, y aunque siempre fueron muy distintas, jamás dejó de quererla.

Nyura era una niña distinta, le gustaba vestirse de chico y actuar como tal, algunos decían que estaba asumiendo el rol que su padre había dejado vacante, pero ella simplemente no se sentía cómoda con el cuerpo que le había tocado. Solía pensar que un día, un día se haría hombre, y dejaría atrás las burlas de las niñas del colegio.

Cuando entró en la adolescencia, su madre encontró una nueva pareja. Nyura contaba ya con 14 años, y vivía, hablaba, y se comportaba como un hombre. A su madre no le había sido fácil aceptarlo, pero aún teniendo sendas peleas con la niña, la dejaba estar, pensando que tal vez se trataba de una simple fase, y cuando se enamorase, cuando encontrase al hombre idóneo, dejaría todo aquello atrás.

Pero nada más lejos de la realidad.

El nuevo marido de su madre, un ex-policía celoso y posesivo, se convirtió en el infierno de Nyura, que por aquel entonces ya prefería ser llamada sólo "N". N comenzó a rebelarse contra aquel nuevo hombre en la vida de su madre, comenzó a coquetear con el alcohol, las drogas, y el tabaco.

Aquel hombre se lo  hizo todo más difícil de lo que jamás había sido: le ponía horarios, la obligaba a vestirse y comportarse como una mujer cuando venían sus colegas, y la ridiculizaba cada vez que tenía oportunidad. N no tardó en saltar, en explotarse.

Nyura huía de todo aquello acudiendo a la casa de su mejor amiga, Bloem Bleecker, o Bibi, como solía llamarla. En casa de sus padres, una adorable pareja homosexual, se sentía libre de ser quien se consideraba ser: un hombre. Pero aquellos hombres no eran en lo más mínimo del agrado de su padrastro, y mucho menos la relación tan íntima que había entre Nyura y Bloem.

Fue una noche de Noviembre, cuando las calles de Odessa aún estabas cubiertas por la nieve. Nyura contaba con 16 años. Llegó tarde, de una fiesta con algunos amigos del instituto, y aquel hombre la asaltó. Dijo que solo era una puta, que se creía muy valiente por ir vestida de hombre. Yo te demostraré lo que es ser un hombre.

En menos de dos días, Nyura fue enviada a un internado militar. Allí fue enviada con el resto de soldados, y tratada por completo como un hombre. Para ella, no era ningún problema... hasta que llegaban las duchas compartidas, y todos se reían.

Todos, menos aquel tipo, Mikhail, tan dispuesto a demostrarle lo que en realidad era, o debía ser: una mujer, que debía ser una sumisa a sus órdenes. Durante largos minutos logró contenerlo, nunca se le había dado mal defenderse, pero él fue más fuerte. Y la violó.

Entonces Nyura rompió consigo misma. Su mente se quebró, y dejó de sentirse atada a su cuerpo, se liberó, comprendiendo que sería lo que quisiese ser. Pasó a sentirse un ser, sin género, con sexo femenino, sí, pero sin género.

Nadie volvió a tocar a aquel nuevo yo. Más poderoso, más violento, depredador total, dejó de ser Nyura y se llamó Sikandar, como le llamaban los persas al gran Alejandro Magno. A partir de aquel entonces, Nyura sería él.

Sikandar estuvo allí durante dos años más, aprendiendo las maniobras del ejército, un entrenamiento que lo volvería letal, capaz de crear estrategias, mentiras, trampas. Aprendió incluso a tatuar, algo que le sirvió para ganarse el favor de los soldados de mayor edad. Confiaban en él para aquel tipo de cosas, y es que sus dotes artísticos, tan poco explotados, se unieron a una máquina de tinta vieja que un entrenador le regaló.

Con 18 años, salió del internado con un sólo objetivo: acabar con su padrastro. A él lo culpaba de su violación, lo culpaba de haber llegado al extremo de odiar su cuerpo, su persona, y se lo hizo pagar caro.

Durante meses vivieron bajo el mismo techo y se comportó como un soldado ante su comandante, con sumisión y obediencia. Incluso logró acercarse a él. ¿Qué se imaginaba aquel hombre de lo que Sikandar tenía preparado?

Lo hizo sufrir. Primero echó un veneno en su habitual copa de vodka, la que se tomaba cada noche antes de irse a la cama. Luego, y a sabiendas de que su madre ya dormía, lo ató a una silla y arrancó sus testículos. Estaba demasiado atontado por el veneno para hacer algo, amordazado, como para gritar.

Acabar con él le fue fácil. Desde sus espaldas, negándole la visión de quien lo llevaría a la muerte. Fue un corte limpio, rápido. Gracias a él había aprendido cómo hacerlo. Se quedó allí, sólo para verlo morir, para asegurarse de que la última mirada se la dedicaba, que su último aliento era sólo oído por su persona.

Su madre los encontró allí, horas después. Sikandar sólo la miró, se incorporó, y le susurró las que serían las últimas palabras que jamás diría a su madre: huye. Mereces algo mejor.

Por su parte, hizo lo mismo, huyó. ¿Dónde? Ámsterdam, desde donde siempre le escribía su querida Bibi, allí podría empezar de cero, aprender a vivir con aquel infierno que se había creado en su cabeza.

Se instaló en el mismo edificio que su amiga, y pronto intentó tomar las riendas de su vida. Se inscribió en la universidad, en Ingeniería Informática, e intentó abrir poco a poco su mente, tan cerrada por el trauma, o por el dolor.

Siempre le habían gustado los ordenadores, y pronto comprendió que no se le daban nada mal. Su vida parecía tomar sentido, después de todo, y el paso de los años puso su mente en orden. Legalmente, ya no era Nyura, sino Sikandar Jaggerjack.

A los 23 años, y con una enorme capacidad para la informática comenzó a trabajar como hacker en una empresa de seguridad, y tras terminar su carrera comenzó un máster que, debido a sus grandes costos, empezó a pagar de un modo distinto. Como webcamer.

Y es que su mente había puesto todo en orden, y había dejado de odiar su cuerpo. Seguía siendo un ser, sin género, pero poco a poco se permitió comprender que todo era un espectro, y así, el 80% del tiempo era agénero, y el otro 20%, se permitía expresarse como una mujer. Fue de ese 20% del que sacó partido, como webcamer, cobrando 1€ por minuto conectado.

Sus clientes se multiplicaron, y la gran mayoría, más que ver su desnudez, querían hablar. Pronto se compró un segundo teléfono móvil para mantenerse en contacto con aquellos clientes más asiduos, que le regalaban cosas, y no dudaban en conectarse cuando Jagger69 estaba en línea.

― Es agenderflux, una persona que se siente agénero pero tiene fluctuaciones donde puede sentirse masculino o femenino, pero sin llegar a sentir hombre o mujer.

― En su habla cotidiana, utiliza el pronombre "they", también conocido como "singular they".

― Nota de autor: aunque tengo conocimiento de la existencia y uso de los pronombres neutros mediante el uso de la -e ("elles, amigues, conocides", etc), no tiendo a usarlos. Por lo que en la narración del personaje, se utilizarán formas distintas de la lengua, más neutrales, para evitar cualquier uso de pronombres. Así, se ruega utilizar formas como "a Skias, con Skias", en lugar de "él/ella". Gracias.

― Utiliza, por lo general, ropa masculina. No utiliza bind, pues sus pechos son bastante pequeños.

― Su mote, Skias, significa "sombra" en griego.

― El apellido que se puso tras su cambio de identidad es Jaggerjack, en honor a su personaje favorito de manga/anime, Grimmjow Jaggerjack. El nombre, Sikandar, lo eligió en base a dos razones: la primera, por su padre, Oleksandr, y la segunda, por su personaje histórico favorito, Alejandro Magno.

― En internet, tanto en los juegos como en la web donde trabaja, se ha dado a conocer como Jagger69.

― Tiene suscripción oficial a varios juegos en línea.

― Tiene dos teléfonos móviles, uno privado, y otro para sus clientes del mundo webcamer.

― Tiene una "lista de deseos", en ebay, mediante la cual sus clientes pueden enviarle todo tipo de detalles si lo desean.



añadid uno o dos secretos del personaje, tienen que ser algo muy personal para vuestro pj y que lo ponga en aprietos si llegan a saberse, son para que Gossip amenace en contarlos en alguna ocasión. Acordaos de que DEBEN estar en hide, revisadlo siempre.